Sin anuncio

Sin anuncio
sin pretexto
la mar me llama.
Desnuda su cuerpo de mujer,
desanda espumas
en infinitas idas y venidas
de paso sin huella,
siembra el canto de otras edades
en un murmullo

sin lamentaciones.
Entrega su perfume
salobre
de aguas profundas
al viento; veloz emisario,
fiel mensajero
de sus deseos.